¿Ratas en Madrid?

Cálculos aproximados estiman que en Madrid viven 9 millones de ratas, mientras que en la comunidad autónoma madrileña “solo” somos algo más de 6,5 millones de habitantes. La dimensión del problema sanitario y económico salta a la vista. Los daños materiales y de salud pública que podría causar directa o indirectamente ese increíble ejército de roedores son muy cuantiosos. En el preciso momento de ver una rata o hallar pistas de que ahí mismo han hecho madriguera los temidos roedores, es inexcusable dar la voz de alarma y contactar con profesionales de control de plagas y procesos de desratización si el caso así lo necesitara.

Las ratas no viven solas, siempre lo hacen en familia, compuesta por macho alfa, varias hembras y su prole. Piensa ahora en su impresionante capacidad reproductora: suelen tener unas 6 camadas al año de entre 6 a 24 crías. Una simple multiplicación te abrirá los ojos ante un problemón más que serio, si has detectado la presencia de ratas en tu chalet, piso, establecimiento comercial o nave sita en un polígono industrial.

 

¿Cómo saber si las ratas han invadido tu propiedad?

Dejan rastros que hay que saber leer o interpretar como bolas fecales, olor penetrante a orina, huellas de sus patas traseras o delanteras, roeduras en paredes, objetos varios y muebles, nerviosismo inusual de tus mascotas (perros y gratos principalmente)…

Las ratas están más activas al anochecer: es el mejor momento para agudizar el oído y escuchar su movilidad en busca de comida.

 

¿Dónde hacen madriguera?

Pueden llegar por los conductos de las líneas de servicio público tales como teléfono, luz, gas y alcantarillado (su hábitat preferido, aunque también alcanzan las copas de los árboles).

Anidan entre escombros, cerca de basureros, excavando refugios, agrandando o ensanchando cimientos, grietas y agujeros, acomodando su hogar bajo los arbustos o montañas de desperdicios y, sobre todo, en las proximidades de una fuente de agua natural, artificial u accidental.

 

¿Qué comen?

Literalmente de todo, son omnívoras. Por supuesto que prefieren restos orgánicos pero sus afilados dientes han dejado muestras evidentes de que roen materiales de toda clase: plásticos, papel, tuberías, vigas, maderas y metales.

Por término medio, los adultos no sobrepasan los 250 gr y su alimentación diaria representa un 10 por ciento de su peso corporal.

 

¿Cómo evitar que entren?

  1. Reviste con telas o mallas metálicas tuberías y cables.
  2. Utiliza espuma de poliuretano o masilla convencional para cegar grietas y huecos.
  3. Elimina focos de basuras y desperdicios.
  4. Mantén una limpieza escrupulosa en tu jardín.
  5. Dispón de contenedores de basura lo más herméticos posible.
  6. Mucha atención con la comida para mascotas y pájaros: a las ratas les encanta su sabor.

 

¿Cómo expulsarlas de mi casa o negocio?

Una vez que sabes a ciencia cierta que tienes roedores okupas en tu propiedad (las linternas de luz ultravioleta son muy útiles para ello), todavía, si la plaga no se extiende como la pólvora, estás a tiempo de hacer algunas cosas sencillas.

Ten muy presente que las ratas son desconfiadas por naturaleza, veloces y ligeras: corren con alegría, nadan con elegancia y trepan con soltura a techos, tejados y árboles bastante altos. Ven el mundo en gris porque son daltónicas pero no tienen ni un mísero pelo de tontas.

 

Apunta algunos remedios de urgencia:

  • Pon trampas o cebos de captura diseminados por zonas previsibles de tránsito de ratas: cerca de sus madrigueras y en los itinerarios probables a fuentes de agua y comida.
  • El Uso de rodenticidas de ámbito doméstico no son muy buena opción. Cada especie de rata o ratón precisa su producto específico. ¡Ojo con este remedio drástico si conviven contigo tus hijos y, además, tienes perros y/o gatos! El veneno no avisa.

 

Cualquier técnica de exterminio deja secuelas de ratas muertas. Es inevitable, pero luego hay que recogerlas. Un servicio de control de plagas te evita este instante tan desagradable con todas las garantías sanitarias.

 

Peligros para la salud

Las ratas son vectores de enfermedades de transmisión a los seres humanos que en algunas situaciones acarrean la muerte del paciente contaminado.

Podemos contagiarnos a través del contacto directo con ellas, inhalando objetos, ambientes o alimentos donde hayan hecho madriguera, mediante arañazos en encuentros fortuitos o sencillamente si nos muerden con sus poderosas mandíbulas y acerados incisivos.

La mordedura de rata provoca una sintomatología amplia y variada: fiebre, dolor de cabeza, ulceraciones, sarpullidos rojos en la piel, vómitos, dolores de garganta y musculares…

Los microorganismos patógenos que presentan sus excrementos y orina, así como las secreciones de ojos y nariz, son potencialmente causa o motivo desencadenante de la salmonelosis, la mítica peste medieval y la denominada enfermedad de Weil, que presenta en su variante más virulenta hemorragias internas con resultado de muerte.

 

Daños económicos

  • Inutilización de cableado eléctrico y sistemas de conducción de aguas limpias y residuales.
  • Deterioro de ordenadores, electrodomésticos y mobiliario en general.
  • Destrozos de distinta consideración en la propiedad: excavaciones, roturas, agujeros, hendiduras, grietas, rendijas, etc.
  • Reputación personal entre el vecindario o barrio y comercial a la baja.
  • Pérdidas económicas muy importantes si los clientes se enteran de la situación de la plaga.

 

Por lo que se refiere a Madrid, las especies más comunes son la rata común o marrón, la rata negra o de barco y la rata gris, también conocida como noruega o de alcantarilla. Esta última especie invasora se cree que es de origen asiático y escala a las copas de los árboles con una facilidad pasmosa.

Para los que quieren saberlo todo señalar que las ratas son un manjar exquisito en Vietnam y Tailandia. En China también son apreciadas como alimento nutritivo pero su consumo es ilegal: de vez en cuando hay redadas policiales que desarticulan redes mafiosas que trafican con ellas.

 

Las ratas son enemigos muy peligrosos. Y se reproducen a velocidad de vértigo. No dejes que se conviertan en una plaga. Llámanos sin compromiso. Te ayudaremos al instante.